El apoyacabezas es un dispositivo del tipo pasivo para la seguridad de los ocupantes del vehículo. Habitualmente se hace un mal uso del apoyacabezas o reposacabezas.
La gran mayoría de los que usan automóviles no saben como ubicar en forma correcta el apoyacabeza. Un estudio reveló que además el 40% lo coloca mal y hay una proporción del 22% que lo hace de forma que pone en riesgo la integridad física.
Su función es limitar el desplazamiento de la cabeza hacía atrás para evitar el fenómeno del látigo sobre el cuello.
El cristal laminado de seguridad se produce al unir dos o más láminas de cristal con una o más interláminas plásticas de polivinil butiral, denominada Pvb, por medio de unos procesos de calor, vacío y presión. La composición de este tipo cristales evita el exceso de rayos UV favoreciendo la conservación de los productos expuestos en vitrina. Además esta composición impide el desprendimiento de trozos de vidrio. Posee aislamiento acústico y térmico. Está disponible en los colores verde, gris y transparente.
vidrio blindado es una película de seguridad es un poliéster ultra resistente con una cara adhesiva, que se aplica sobre un cristal para evitar desprendimientos o proyecciones de esquirlas de cristal en caso de una fractura violenta. También evita que un objeto contundente penetre a través de éste, cuando este protegido por un poliéster de seguridad.
Una película de seguridad, tiene la particularidad de transformar un vidrio común en uno inastillable a un bajo costo y en forma muy rápida, sin alterar las condiciones originales de sus ventanas.
Una jaula de seguridad (o jaula antivuelco) es un marco metálico especialmente construido dentro o alrededor de la cabina de un vehículo, para proteger a sus ocupantes en un accidente, particularmente en vuelcos. Las jaulas de seguridad son usadas en casi todos los vehículos de carreras (o competencias) y en la mayoría de los autos modificados para competir en carreras. la Jaula Antivuelco cumple la función de proteger a las personas que van en el vehículo en caso de un choque o volcamiento de este, esta viene incorporada en su fabricación, esta jaula antivuelco esta hecha de acero de alta dureza por lo que no se debería deformar en caso de un volcamiento.
La función de este sistema pasivo de seguridad es mantener la integridad física de los ocupantes del vehículo en caso de choque y/o volcamiento y permitir el correcto funcionamiento de los demás sistemas pasivos de seguridad. Los vehículos actuales están formados por zonas “blandas” para absorber la energía del impacto y zonas “duras” para proteger a los ocupantes de las consecuencias de este.
La barra de direcciòn o sea la barra que va del volante de direcciòn hasta las llantas delanteras no es rígida, por ejemplo, en una colisiòn de frente antiguamente el volante se incrustaba en el abdomen o pecho del conductor, con la barra colapsable en ese mismo choque esa barra se deforma para que el volante no se incruste en el cuerpo del conductor.
Esta configuración de columna de dirección contribuye a evitar los peligrosos retrocesos del volante en caso de choque frontal. Los árboles de dirección articulados permiten la rotura en tantas partes como rotulas o articulaciones tenga en todo su desarrollo, evitando que la barra salga en una sola pieza proyectada hacia el conductor. El tramo inferior suele ser de tipo “colapsable” para mantener la posición fija del volante en los impactos. Asimismo, la cubierta inferior de la columna de dirección suele poseer un acolchado de goma espuma para reducir los daños que se pueden producir en las rodillas por su desplazamiento en caso de colisión.
Barras de protección lateral: Barras alojadas en el interior de las puertas que limitan su deformación en caso de choque, aportando rigidez al habitáculo y evitando posibles daños a los ocupantes. Las barras de protección lateral de aceros avanzados de alta resistencia, se instalan de forma estándar en la mayor parte de los automóviles aun cuando su diseño esté lejos de estar estandarizado. Existen diferentes tipos de diseño, algunos fabricantes de coches prefieren perfiles abiertos, otros emplean diseños tubulares y otros emplean perfiles que tienen refuerzos soldados. La solución óptima es, naturalmente, una barra de protección lateral que pueda ser fabricada en grandes volúmenes y utilizada en un gran número de modelos diferentes de coches con solo pequeñas modificaciones.
TRAVESAÑO DELANTERO.
Muy rígido,reparte las cargas para que la deformación sea uniforme en todo el vehículo.
PILARES.
Refuerzan lateralmente y con los largueros del techo forman el arco que configura el habitáculo.
LARGUEROS TRASEROS.
Absorben la energía en los impactos y mantienen la integridad del depósito de combustible.
LARGUEROS INFERIORES.
Situados bajo las puertas, refuerzan el habitáculo.
VIGUETA TRANSVERSAL.
Proporciona rigidez al habitáculo y ‘sujeta’ el parabrisas y los airbags delanteros.
TECHO.
Preserva el espacio de seguridad en caso de vuelco. Una serie de ‘nervios’ le aportan mayor rigidez.
BARRAS LATERALES.
Evitan o minimizan las consecuencias de los golpes laterales. Sustituidos a veces por puertas
reforzadas.
¿que es la deformacion programada?
No podemos hablar de elementos de seguridad del vehiculo sin referirnos a un elemento básico tanto en la seguridad activa como en la seguridad pasiva: la carrocería y su estructura de deformación programada. La carrocería es un complejo sistema que lo mismo nos previene de sufrir una colisión cuando evita que impacte contra nosotros, por ejemplo, una piedra, que reduce los daños de los ocupantes cuando tiene lugar una colisión.
Y es en este último aspecto donde sin duda las carrocerías han experimentado mayores avances durante la Historia del Automóvil. Con la irrupción del concepto que hemos elevado a la categoría de título, la deformación programada, podemos trazar una línea que marca un antes y un después en el papel de la carrocería como elemento de seguridad pasiva.
Actualmente, la estructura del vehículo se diseña de manera que se deforme, protegiendo el habitáculo y a los ocupantes. Durante años se equiparó la idea de rigidez con la idea de seguridad. Sin embargo, esa identificación es parcialmente errónea, ya que cuando sobreviene una colisión la energía del impacto se transmite. Si la carrocería no es capaz de absorber esa energía serán los ocupantes quienes la absorban.
Y eso sucedía en los coches de antaño: en una brusca desaceleración producida por un choque y sin una estructura en el vehículo que se encargase de absorber esa energía, los ocupantes podían llegar a morir sin una sola herida, simplemente a consecuencia de laabsorción de la energía liberada en el impacto.
Ventajas de la deformación programada
Con una estructura de deformación programada, la carrocería absorbe, hasta cierto punto, la energía del impacto tal y como se ha programado que lo haga, a través de la deformación en puntos concretos que, en ocasiones, son visibles en forma de orificios, acanaladuras o pliegues en los largueros y travesaños que la componen. También la disposición de estos elementos es importante, ya que se colocan de manera que absorban la energía de forma progresiva, distribuyendo las fuerzas por toda la carrocería, siempre reduciendo los riesgos para el habitáculo.
Dentro de la estructura de deformación programada, se pueden contemplar también los elementos retráctiles o colapsables, tales como la columna de la dirección, los componentes del motor, las ruedas… Todos ellos se diseñan de manera que, en caso de colisión, eviten la penetración en el habitáculo o en elementos sensibles como puede ser el deposito de carburante
Sin embargo, no toda la carrocería es elástica sino que necesita un esqueleto que en caso de choque mantenga a los ocupantes protegidos del impacto exterior. En realidad, la estructura del vehículo está formada por zonas deformables, sobre todo en las partes anterior y posterior del vehículo, y por una parte rígida, conocida como jaula o celda de seguridad, donde los travesaños y largueros han sido fabricados en aceros de alta resistencia que, esos sí, soportan el impacto sin deformarse, justo para proteger a los ocupantes de un posible aplastamiento.